
Suena el despertador. Desperezarse, ducha, aseo, desayuno y… ¡al trabajo! Poco más o menos, esta es la rutina diaria de la mayoría de la gente que tiene (la suerte de tener) un trabajo. Unos se levantarán de buen humor y otros no tanto, pero eso no me importa ahora. Hoy quiero centrarme en el… Saber más Ventajas de ir al trabajo en «modo contento»
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